Guerra en Iraq cumple siete años
La guerra en Iraq llegó hoy a su séptimo año entre una reducción considerable de la violencia, pero también con llamados de legisladores para que se atiendan los problemas políticos y económicos que podrían frustrar los progresos en la estabilidad.
Luego de seis años de guerra y decenas de miles de muertos, la violencia ha amainado sustancialmente en todo el país, sobre todo en Bagdad, aunque la insurgencia suní sigue fuerte en el norte de Iraq.
De acuerdo con un recuento, al menos 288 civiles y efectivos iraquíes murieron en febrero, lo cual muestra una reducción de 63% respecto a los 769 que fallecieron el mismo del año pasado.
El gobierno iraquí no programó ninguna ceremonia oficial por el aniversario de la guerra, que comenzó antes del amanecer del 20 de marzo del 2003 -19 de marzo en América- con un ataque estadounidense con misiles y bombas en el sur de Bagdad en un intento fallido por matar al entonces gobernante Saddam Hussein.
Ante la disminución de la violencia, los políticos suníes y chiíes prestan más atención a los problemas económicos y políticos que Estados Unidos y numerosos iraquíes temen que pueda reavivar la guerra cuando las fuerzas estadounidenses comiencen a salir del país este año.
"El proceso político está repleto de tensiones y contradicciones y la situación en Iraq se deteriorará si no hay avances políticos", dijo el legislador suní Osama al-Nujaifi. "Todavía hay muchos desafíos por delante, como el desempleo y la salida de millones de iraquíes a otros países".
Mencionó que el país enfrenta una crisis presupuestal por los severos recortes que se han hecho ante el desplome de los precios del petróleo que llegaron a 150 dólares por barril a mediados del año pasado y se ubicaron el jueves en los 50 dólares.
En un indicio de la mejoría en la seguridad, el Ministerio del Turismo anunció el jueves que un grupo de turistas -cinco británicos, dos estadounidenses y un canadiense- recorren el país en una visita que durará hasta el domingo.
Mientras, millares de iraquíes detenidos sin cargos por Estados Unidos bajo sospecha de vínculos con insurgentes o milicianos comenzarán a ser liberados a mediados de año porque hay pocas o nulas evidencias en su contra.
La liberación tendrá lugar como parte de los preparativos de Estados Unidos para entregar su sistema de detención a las autoridades iraquíes a principios del 2010. En los seis años de guerra, los militares estadounidenses han detenido a unos cien mil sospechosos, muchos de los cuales fueron capturados en incursiones contra la entonces cruenta insurgencia que ahora ha disminuido.
viernes, 20 de marzo de 2009
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